Fichas Botánicas: CEREZO (Prunus avium)
CEREZO
Prunus avium
Nombre común: Cereza, Cerezas, Picota, Picotas, Cerezo, Cerezos.
Familia: Rosaceae.
Origen: Europa y Asia.
Prunus avium
Nombre común: Cereza, Cerezas, Picota, Picotas, Cerezo, Cerezos.
Familia: Rosaceae.
Origen: Europa y Asia.
Distribución: Zonas templadas.
Hábitat: Actualmente utilizado tanto en jardinería como en agricultura.
Morfología: Arbórea caducifolia.
DESCRIPCIÓN:
- Árbol frutal productor de cerezas dulces.
- Su floración de color blanco en primavera resulta muy decorativa, así como sus cerezas rojas, que maduran en verano.
- Las flores y frutos del cerezo son sensibles a heladas tardías y cambios bruscos de temperatura por lo que en clima continental conviene escoger variedades de floración tardía.
- En otoño, sus hojas verdes toman tonalidades rojo-anaranjadas atractivas.
- Su tronco de corteza rojiza brillante es característica en todo el género Prunus.
- Los cerezos dulces necesitan ser polinizados por otra variedad de cerezo ácido para producir cerezas, por lo que debemos elegir al menos dos cerezos distintos que florezcan al mismo tiempo y que sean compatibles para polinizarse.
- También se denomina Cerasus avium.
- El cerezo tiene una gran capacidad de adaptación a distintas áreas edafoclimáticas de la zona templada.
- Se trata de una especie muy delicada en cuanto a climatología, aunque tolerante al frío.
- Puede cultivarse desde la mínima altura sobre el nivel del mar hasta los 500 m de altitud, aunque su cultivo es más propio de situaciones más bajas, para poder garantizar la cosecha.
- Es uno de los frutales más resistentes a las bajas temperaturas invernales.
- Las yemas florales durmientes mueren con temperaturas entre -22 y -35 ºC. Las flores son dañadas con temperaturas de -2 ºC.
- Requiere muchas horas-frío para la floración (900-1.800), de forma que florece muy tarde, escapando a las heladas primaverales a las que es sensible.
- Son preferibles los suelos con buen drenaje, ligeramente calizos, exposiciones con buena iluminación y aireación, laderas suaves de montaña y secanos frescos.
RIEGO:
- Las necesidades hídricas del cerezo son muy inferiores respecto a la mayoría de las especies frutales.
- Dependiendo de la variedad y del patrón utilizados, puede cultivarse tanto en secano fresco como en regadío, en este último cuidando no regar en exceso para evitar los problemas de agrietado, con aportes de 1.000-1.200 mm/año.
- Los cerezos tienden a ser sensibles a cantidades excesivas de boro, cloruros, sodio y sales totales en el agua de riego.
- Los riegos deben suprimirse por completo poco antes de entrar el fruto en envero, ya que de abusar de ellos puede provocar el agrietamiento del fruto.
ABONADO:
- Es uno de los frutales menos exigentes en fertilizantes.
- En general, se prefiere reducir las aportaciones de nitrógeno y aumentar las de potasio, sin embargo, como ocurre con la mayoría de los frutales, no parece necesitar grandes aportes de fósforo.
- Durante el periodo de formación se abonará a base de nitrógeno, fósforo y potasio en forma equilibrada, y a partir de la entrada en fructificación, aumentar la dosis de fósforo y potasio y reducir el nitrógeno.
- Los fertilizantes fosfatados y potásicos se aplicarán a la caída de la hoja y los nitrogenados antes de la entrada en vegetación.
- Las clorosis férricas son frecuentes en suelos calizos, por lo que en dichas condiciones es recomendable la utilización de patrones Santa Lucía y la aplicación de quelatos de hierro.
- También son frecuentes las deficiencias de manganeso y zinc.
- El aporte de calcio es frecuente para evitar problemas de agrietado, ya que reduce la absorción de agua, aunque también se pueden llevar a cabo otras estrategias de forma conjunta o independiente como son la selección de variedades tolerantes y la aplicación de giberelinas para retrasar la maduración y poder escapar a las lluvias.
PODA DE LIMPIEZA:
- Es una especie que en general responde muy mal a la poda de formación, ya que sufre bastante. Lo normal es la formación en vaso o pirámide con forma más o menos libre, siendo más adecuada la formación en pirámide debido a la tendencia apicial del árbol y a que el vaso suele retrasar más la entrada en producción.
- El momento oportuno para la poda es tan pronto se haya despojado de las hojas, y en último caso momentos antes de entrar en vegetación, ya que entonces cicatrizarán mejor las heridas.
- La poda de regeneración no debe ser muy intensa y debe favorecerse la formación principalmente de ramilletes de mayo o de chifonas, mediante la reducción de ramos mixtos vigorosos. El aclareo de frutos no resulta rentable.
- También se realiza el arqueado de algunas ramas para inducir una mayor fructificación.
- En los años sucesivos, ya en plena producción, la poda es muy ligera, excepto en altura. Mediante cortes mecánicos o manuales, realizados a finales de verano, se frena el desarrollo del árbol y se limita su altura máxima a 2.5 m.
- No procede.
ENFERMEDADES:
- No importantes, pero cuidado con la poda.
PLAGAS:
- Pájaros (petirrojos, estorninos y otros pájaros).
- Piojo de San José (Quadraspidiotus perniciosus).
- Pulgón negro (Myzus cerasi)
- Mosca de las cerezas (Rhagoletis cerasi)
- Anthonomus rectirostris.
MULTIPLICACIÓN DEL CEREZO:
Injerto:
- Tradicionalmente la propagación se realizaba mediante injerto sobre patrón obtenido a partir de semilla, con la ventaja de que la semilla evitaba la transmisión de enfermedades, pero con el inconveniente de que se obtenían patrones vigorosos y heterogéneos.
- A causa de su sensibilidad a la gomosis, al realizar el injerto de yema, será mejor hacer los cortes en posición invertida, para evitar que la yema quede ahogada por una afluencia gomosa.
- Actualmente se tiende a realizar el injerto sobre patrones clonales de guindo, Santa Lucía y cerezo.
- Tras un año de cría del patrón se realiza el injerto y se deja crecer un año más antes de llevar a cabo el trasplante (patrón con dos verdes).
Comentarios
Publicar un comentario